Hola

Y la ventana estaba ahi, de frente enorme lejana y lista para ser destruida por su voluminoso cuerpo, gritaba ¡no tienes coraje marica, tienes las razones pero no el coraje, siempre quisiste hacerlo y ahora que puedes no quieres hacerlo¡. Era cierto todas las mañanas miraba esa ventana repitiendose mañana será, hoy hay algo para hacer. Esa tarde la lejana ventana lo miraba, le susurraba a su mente... hoy no hay nada que hacer, hoy es el gran día, lograste desprenderte de todo o casi todo, en verdad ya no importa... hoy no tienes nada que hacer como te prometiste cada mañana para no hacerlo: Hoy no, hoy tengo que hacer algo. Los niños en la plaza cercana torturabana su corazon a cada grito a cada risa. Ya no eres un niño han pasado años desde tu última sonrisa inocente, la ventana lanzaba una carcajada más fuerte, sus ojos más siniestros le desafiaban le susurraban: no puedes, no sirves ni para eso. Quieres estar lejos, es la oportunidad de hacerlo, no quieres a nadie pues aqui estoy dispuesta a ser destruida, lejana, la ventana nuevamente le atormentaba con los gritos de los niños. Mierda los niños, estupidos niños, su mirada arrogante se clavo en los ojos de la ventana, habia un olor a vino mal macerado, tenia en el bolsillo una muestra de esas que dan en los mercados para probar el producto, nunca presto atención a ese olor hasta ese día. Era un olor dulcete como las paletas cuando eres niño mismas paletas que cuando ya eres mayor utilizas su fuerte olor para ocultar el olor a trago barato en la boca. Ven decia la ventana replicante, corre, se que quieres, me necesitas, puedo estar seguro de eso repetia mientras las sonrisas siniestras de los niños aullaban a lo lejos. El sol se habia puesto el olor reinante no le permitia pensar y la ventana lo llamaba a gritos, por un momento se perdio desconcertado miro a su alrededor, desordenado el dormitorio entre papeles, apuntes, anotaciones y ropa sucia no encontraba donde descansar su cuerpo ¿Era lo que queria? el telefono sono, a 2 personas les gusta tu publicación rezaba el mensaje, despego la mirada del telefono levanto los ojos, nuevamente la ventana le gritaba mientras respiraba profundo y repetia aqui estoy.

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